He recorrido muchos
caminos polvorientos,
Muy tristes, desolados y
de pesados vientos.
He sufrido tanto los
dolores de la muerte,
Que gracias a mi gran
corazón, he sido fuerte.
He llegado a unos tontos
momentos de locura,
Que aún siguen afligiendo
mi alma ya madura.
He sido vilmente
atormentado en el trabajo,
Que a veces yo me pongo
muy triste y cabizbajo.
He tenido la fortuna de
amasar riqueza
Y también por cosas del
destino, la pobreza.
He pasado ratos felices
que alegran mi alma
Y he sentido cómo muere
esa alegría en gran calma.
He quedado muy solo sin
mis hijas queridas;
Y ellas han partido sin
dejar huellas ni heridas.
He meditado mucho; pues
mi hogar, no es hogar;
Porque mis hijos todos,
se han podido marchar.
Y veo que voy quedando
muy solo poco a poco,
Y creo que así es quizás,
como muera poco a poco.
MIBECAR.